10 de noviembre de 2024, El Economista
Según Charles Ferguson, la tecnología ha reducido la necesidad de proximidad física en el trabajo, abriendo oportunidades para que las naciones en desarrollo participen en la economía global a través del teletrabajo.
La adopción del teletrabajo en países en desarrollo representa una oportunidad significativa para impulsar el crecimiento económico y la inclusión laboral. La reducción de la necesidad de proximidad física, facilitada por los avances tecnológicos, permite que profesionales de diversas regiones accedan a mercados laborales globales, superando barreras geográficas y económicas.
Sin embargo, para que el teletrabajo se convierta en un motor efectivo de desarrollo, es imperativo que estas naciones inviertan en infraestructura digital robusta y accesible. La conectividad de alta calidad y la disponibilidad de herramientas tecnológicas son fundamentales para garantizar la competitividad y eficiencia de los trabajadores remotos.
Además, la formación y capacitación en habilidades digitales se presentan como pilares esenciales. Programas educativos orientados a desarrollar competencias tecnológicas y de gestión remota no solo aumentan la empleabilidad de la fuerza laboral, sino que también fomentan la creación de ecosistemas empresariales locales capaces de integrarse en la economía global.
Es crucial que los gobiernos y el sector privado colaboren en la implementación de políticas públicas que promuevan el teletrabajo de manera sostenible. Esto incluye la creación de marcos legales que protejan los derechos de los teletrabajadores, incentivos fiscales para empresas que adopten esta modalidad y el desarrollo de plataformas que faciliten la conexión entre oferta y demanda laboral a nivel internacional.
En resumen, el teletrabajo ofrece una vía prometedora para que los países en desarrollo aceleren su crecimiento económico y reduzcan desigualdades. No obstante, su éxito dependerá de la capacidad de estas naciones para adaptarse a las exigencias de la economía digital, invirtiendo en infraestructura, educación y políticas inclusivas que permitan aprovechar plenamente las oportunidades que brinda el trabajo remoto.
fuente: https://www.eleconomista.com.mx/opinion/teletrabajo-y-desarrollo-global-20241110-733634.html